El cambio que viene (1).

Parece mentira, pero ya tenemos crisis desde Agosto de 2007. Mientras tranquilamente por las playas de Conil paseaba en esas fechas, y leía las noticias de la prensa al respecto de las primeras consecuencias de la activación de las Hipotecas Subprime o Ninjas, como prefiero llamarlas en honor a mi admirado Leopoldo Abadía, recuerdo que comente a Arantxa que estábamos ante la mayor crisis de los últimos 25 años.Fue solo un comentario, porque la actividad de comer sardinas requería toda mi atención. En aquellos tiempos se hablaba de la esperada "desaceleración" o "aterrizaje rápido" de la burbuja inmobiliaria, pero nadie se esperaba algo así, que afectase tan de lleno a la industria financiera mundial. El frenazo en seco de la liquidez que había emborrachado el consumo y la inversión de todos los países del mundo nos ha llevado a la dinámica que tenemos en este momento, marcada por la caída de los precios general, tanto de bienes de consumo como materias primas, y la desconfianza en los sistemas que son la base de nuestra economía, sobre todo el financiero.

¿Como o cuando acabará esta crisis?. Esa es la pregunta del millón, pero para un empírico convencido, como soy yo, pienso que hay que seguir haciendo lo mismo, esto es, todo lo que se pueda, y se ocurra, y seguro que algo acabará funcionando. Se cita siempre como ejemplo a Rosevelt, y sus políticas de inversión publica durante los años 20, pero estoy convencido de que el no estaba para nada seguro de que conseguiría los efectos finales. Seguro que paso muchas noches sin dormir pensando en que estaba endeudando a su país durante las 3 décadas siguientes, sin perspectiva de éxito ni resolución segura. Pero funciono, después de que muchas otras tentativas fracasaran, por supuesto.

En cualquier caso, nadie lo sabe, y no voy a venir yo ahora, después de las vacaciones de navidad, los mazapanes, y los excesos en manos de Morfeo, clarividente con la mente lucida, cual Harry Potter, a dar en el clavo. No, ahora solo quiero aportar un par de ideas al respecto de cosas, impensables, porque cuando se comentan nadie las cree, que pienso pueden cambiar como consecuencia de esta crisis.

La primera es que pienso que la bajada de los precios, y la actitud de compra negativa de las personas hacia los inmuebles no es temporal.

El que ha comprado y puede pagar esta pensando ahora que bastante tiene con lo que tiene, sobre todo mientras ve que su vivienda la puede conseguir un hasta un 30% mas barata, manteniendo, eso si, la hipoteca que ya tenia. El miedo a perder el empleo, y la mecánica racional, siempre que se pueda, de incrementar el ahorro, hace que no se plantee invertir en nuevos inmuebles ni por casualidad. Y es que la vivienda, que antes era una forma de invertir, aquello de compra y vende antes de firmar las escrituras ( " que lince, que listo, no me extraña que tenga ese BMW " ), ahora pasa a ser un marrón inmenso. Eso, sin tener en cuenta que, aparecer por la puerta de tu entidad bancaria solicitando financiación da un miedo escénico.......

El que ha comprado y no puede pagar tiene un problemon, ya no solo de tipo económico, importante, sino también de convencimiento, porque en este colectivo se engloba mucha gente que decía aquello de "mejor pagar una hipoteca que un alquiler, por lo menos ganas dinero con la revalorización y la casa es tuya". Estas familias, que ahora tienen a favor la buena disposición de las entidades financieras para hacer daciones en pago, alargar plazos, aplazar cuotas, ayudas del gobierno, etc, tardaran mucho tiempo en volver a comprar, y sus hijos, que están percibiendo los problemas de sus padres, no digamos. Por mucho que bajen los precios, siempre preferirán una estructura de gasto flexible, como un alquiler con opción de compra, o alquiler básico, antes que una hipoteca.

Dentro de este último grupo tenemos que incluir a un colectivo muy importante, los inmigrantes, que han protagonizado un papel muy importante en la burbuja inmobiliaria de nuestro país. Ellos han comprado a precios de oro pisos del centro de nuestras ciudades, posibilitando que sus propietarios compren nuevos en las flamantes nuevas urbanizaciones de los extrarradios. Estemos o no de acuerdo con que estén, gran parte de nuestro crecimiento de la última década se debe a ellos, de igual forma que gran parte de nuestros problemas actuales también, porque ahora muchos se marchan dejándonos los centros convertidos en guetos, y las hipotecas impagadas..... En cualquier caso, esta demanda "volátil y ficticia", no va a volver, desde luego, en los próximos años, con esa intensidad y fuerza, porque entre otras cosas este colectivo ya ha aprendido que comprar es un error, porque hoy tienes trabajo aquí, y mañana no se sabe donde, y tener una hipoteca vuelve a ser un problemon.

Y, por último está, el que no ha comprado,o ya ha terminado de pagar su hipoteca,  que mira sonriente como tiene ofertas buenisimas en el mercado, como los demás sudamos la tinta china para llegar a fin de mes, y vive feliz. Se les puede identificar fácilmente, porque siempre son los que apoyan el brazo en la barra del bar, con la cabeza bien alto y una gran sonrisa de oreja a oreja, hablan con una voz profunda y segura, no tiene ojeras, y su frase favorita es "estoy tranquilo, esto tiene que bajar mas", porque, si, todavía no compran.

Por todo, creo que si antes un 80% de los españoles compraba su vivienda habitual, estoy convencido de que ese porcentaje va a bajar mucho, no digo que de forma inversa, pero si mucho. Y eso implica que la recuperación no venga por ahí, y que haya que buscar otras vías. En este sentido os adjunto un articulo al respecto de lo que van a hacer los chinos con los coches eléctricos, recordad que propuse volver a nacionalizar seat.......

Dejo pendiente la segunda entrega de este folletín, en la que os comentaré el segundo cambio que pienso puede venir y que tiene que ver con lo forma de organizar los trabajos en las empresas. Creo que todos seremos mas lobos.....o cerditos.