Con la crisis las cosas cambian mucho en el parque; ya no hay dinero para poner bancos nuevos, y de los que existen, los modernos se rompen mas, porque se apoyan de forma distinta, en una pata o en dos, siempre pensando en que no pasaba nada, porque había dinero de sobra para arreglarlos. Y, los antiguos, esos que tienen la base gastada de usarlos, los pocos que han sobrevivido a las nuevas modas, tienen tanta demanda de gente para sentarse, que no dan abasto, y los clientes protestan.
La gente se queja de que el parque a pasado de ser un sitio moderno, casi una sala abierta de exposición y creatividad, donde sentarse era algo ya trasnochado, y lo que importaba era crecer espiritualmente, a un lugar que no cumple los requisitos básicos para que acudan los niños y las personas mayores.
Los gestores del parque, sin liquidez por la crisis, deciden crear un fondo especial, el FROB ( Fondo de Recuperación Organizada de los Bancos del Parque ), para, desmontando los bancos nuevos y modernos, recomponer bancos tradicionales y que la gente se pueda sentar a escuchar cantar los pajaros. Sin embargo, cuando se ponen manos a la obra, y desmontar 50 bancos solo le quedan 10 apenas aprovechables, y con un aspecto muy extraño. Los turistas dejan además de venir por el parque porque, después de quitar los Bancos Obras de Arte, el parque ya no resulta algo atractivo de ver, y aparece en las guias como uno mas, peligroso además porque ha sido ocupado por persona que solo se dedican al pillaje y el robo.
Asustados porque su falta de previsión y anticipación en la gestión esta resultando muy clara, los gestores deciden anunciar a todo el pueblo que van a cambiar el modelo del parque, que la gente ya no quiere sentarse, que ahora quieren correr escuchando música de Peret con un MP3, por lo que fomentan a las empresas que cedan estos artilugios a los usuarios con una subvención en los impuestos y sus ingresos.......
continuara.
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