THE TURQUOISE, by Albert The Mod.

27 noviembre 2012

Grupo de culto, procedentes del mismo barrio londinense que los hermanos Davies, Muswell Hill (de ahí el fantástico disco Muswell Hillbillies – 1971 - de The Kinks). Posiblemente el mejor pop psicodélico británico y si me apuráis, de la historia. Me parece imposible que algunas de las joyas que se encuentran en este disco no hayan sido reconocidas dentro de los diez primeros puestos en el ranking de los sesenta.

Comenzaron como The Brood en 1964 y fueron producidos por el mismo Ray Davies y posteriormente por, sorpresa, Keith Moon, de The Who, quien les idolatraba. Fue a partir de 1967 cuando se llamaron Turquoise. Los componentes de Turquoise eran: Vic Cansen, fenomenal vocalista, Ewan Stephens a la batería, Jeff Peters, guitarra y teclados, y Geoff Syret al bajo. Las composiciones eran a cargo de Peters y Stephens.


Fue el 29 de marzo de 1968 cuando editaron el magnífico 45´ “53 Summer Street – Tales of Flossie Fillett” (compuesta por el dúo Stephens – Peters) que considero tan bueno o superior que cualquier single de The Beatles o Stones. Además, para que se aprecie la calidad, el disco estaba producido por Tom Keylock, el gerente de las giras de The Rolling Stone, pero por lo que suele suceder con grupos buenísimos, de incalculable talento (recordemos The Zombies o The Misunderstoods) el single no obtuvo el éxito que se merecía y, desgraciadamente, eso les perjudicó de salida. “Tales of Flossie Fillett”, que abre el disco, es perfecta, con una melodía maravillosa y un cambio de ritmo impresionante, obra de expertos musicales. “53 Summer Street” , con un comienzo de órgano y voz épica, realmente conseguido. los coros y la voz de Mr. Cansen son brillantes.

Ya comenzado el noviembre de 1968 lanzan otro disco pequeño, “Woodstock – Sanya”, también compuestas por Peters y Stephens. Gemas imposibles de encontrar, y si te las venden pueden pedir lo que quieran. Destacan las dos canciones, y sería injusto decantarse por cualquiera. Indudablemente, la dulzura de Sanya es impresionante. Que bonita es….. Nadie puede esquivarla. De las mejores composiciones psicodélicas de la historia de la música. Yo la escuche por vez primera hace muchos años, gracias a las fenomenales ediciones de los cuatro recopilatorios “The British Psychedelic Trip ”. Si podéis haceros con ellos, compradlos sin dudarlo. Como os decía, la canción es de una dulzura exorbitante. Con unos riff de guitarra excitantes y su construcción, sus coros y su estribillo de auténtica maestría. No podéis dejar de escucharla una vez en la vida. El tema fue grabado en Pye Studios, en donde grababan sus amigos The Kinks. Incluso, Dave Davies toca la guitarra en la canción. Esta dedicada a una muchacha que estudiaba en el mismo colegio que Peters, de la que estuvo enamorado en secreto y que desapareció. “Woodstock”, es una pieza más rápìda, su estribillo pegadizo y animoso. También aparece en el disco que comentamos una instrumental muy conseguida de “Sanya”. Que disco……... Hoy, por mucho menos eres un nº 1 en listas. Desde luego, esta todo amañado.

De 1967 es el tema “Village Green”, otro tema brillante en todo, melodía, estribillo y arreglos. Es muy pegadizo y animoso. Y de 1966, como The Brood, pertenecen los temas del disco “You´re just another girl - Wrong Way”. La primera es una composición tranquila de la época muy bien conseguida, ambas composiciones nos recuerda alguna composición de The Kinks, con su mismo estilo, incluso vocal, lo que era normal, sabiendo el éxito de estos últimos.

Es curioso, si escuchamos los acordes de la deliciosa “The Sea Shines” vemos que imitaban a la magistral composición de Ray Davies en “Sunny Afternoon”, estuvieron influenciadísimos por ellos, desde luego al principio. Pero la composición es muy buena y suya.

La divertida “Sunday Best”, que parece que estamos en una taberna cantándola, es animadísima. Ya la hubiera querido los mismísimos The Manfred Man para su repertorio. Otro tema a destacar es otra composición de Peters – Stephens, “Flying Machine”, canción acelerada, en donde la voz la pone Jeff Peters y la potentísima “What´s your name”, donde la voz la pone Stephens.

En definitiva, un disco inigualable. No tenerlo, al menos grabado, es un crimen a cualquier amante del pop psicodélico de los entrañables años 60. El sonido es hueco, punzante…. Que años tan productivos, de los que han vivido los siguientes cincuenta años. Yo estoy enamorado de este disco.


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